El trasplante de hígado es un procedimiento que salva vidas, y siempre estamos buscando formas de mejorar sus resultados, especialmente cuando se utilizan hígados de donantes que han fallecido después de un paro cardiorrespiratorio (DCD). En un esfuerzo colaborativo, hemos investigado el papel de una proteína de señalización llamada Neuregulina-1 (NRG1) en este contexto.Nuestro artículo, “The role of Neuregulin-1 in steatotic and non-steatotic liver transplantation from donors after cardiocirculatory death”, fue publicado en npj Gut and Liver en noviembre de 2024. En esta investigación, nos centramos en cómo la NRG1 podría influir en el éxito del trasplante de hígados tanto grasos (esteatóticos) como no grasos, ya que la condición del hígado del donante es un factor crítico para el resultado del trasplante.
La Neuregulina-1 es una proteína que juega un papel en el crecimiento, la supervivencia y la diferenciación celular. Nuestra investigación exploró si la NRG1 podría tener un efecto protector o regenerativo en los hígados trasplantados, particularmente aquellos que son más vulnerables al daño debido a la donación DCD o a la presencia de esteatosis.
Creemos que comprender el papel de la NRG1 podría abrir nuevas vías para mejorar la preservación de los órganos, optimizar su función después del trasplante y, en última instancia, aumentar las tasas de éxito del trasplante de hígado. Esto podría tener un impacto significativo en la vida de los pacientes con enfermedad hepática terminal que dependen de esta terapia. Nuestra investigación continúa en esta área, con la esperanza de traducir estos hallazgos en estrategias clínicas tangibles.
